A continuación os dejo una imagen de una nube de tags, las palabras más utilizadas en Laberintos Imaginados desde su creación. Ha sido realizado mediante la herramienta wordle.net
Una imagen vale más que mil palabras, la nube de etiquetas nos muestra de una manera clara la temática de las entradas de este blog en los últimos años.
Nube de etiquetas
Como tarea final del curso online «Emprendimiento y desarrollo de aplicaciones móviles con AppInventor» impartido por RedUnx publico esta entrada como vía de promoción de mi trabajo realizado en dicho curso, una app turística de Aragón.
Mi app estaría en fase de desarrollo y adjuntaré aquí algunas capturas de pantalla de lo que empieza a intuirse como una app turística. Estas imágenes muestran mis avances con AppInventor tras las lecciones aprendidas en este curso.
Seguimos trabajando en ello…
«Todo lo que sé de la vida, lo aprendí del fútbol.» Albert Camus
Cuando salió de la ducha, ella ya no estaba, lo había abandonado. El salió del viejo vestuario derrotado, doblemente derrotado. A la triste humillación adherida a su camiseta por la derrota en el terreno de juego ahora debía sumarle el metálico sabor de la soledad.
Quizás ella no soporto más ser arrastrada en cada viaje al estadio local para ser fotografiada, unas veces en sus brazos, otras veces a sus pies. Tal vez ella se había cansado de rodar, quería estabilidad, una casita de dos plantas con jardín e hipoteca.
O quizá sólo lo cambio por otro que supiese tocarla.
Parece inminente. El rescate ya esta aquí. Lo inevitable llegó. La agonía ha sido larga e intensa, el salvador, el gran líder de todos los españoles no podrá evitarlo, seremos rescatados, pasaremos a convertirnos en una mera franquicia de Alemania. Nuestra soberanía sera nula, no podremos tomar ningún tipo de decisiones sobre nuestro futuro, solo existirá un camino (pagar nuestras deudas) y ese camino lo marcara nuestro acreedor.
Nuestros superpoderes playeros nada podran hacer frente a la máquina alemana.
Relájense y disfruten, el espectáculo va a comenzar…
Hoy hace justo un año escribí el siguiente post y las cosas no han cambiado mucho la verdad, más bien al contrario.
Miedo al rescate. 31-Mayo-2011.
Vaya paradoja. Parece imposible tener miedo a un rescate, se supone que si nos vienen a rescatar es que algo malo ha sucedido y el rescate nos salvara de consecuencias aún peores. Pero en este caso no es así, los tiburones que consiguieron hacer de nuestro viaje una pesadilla, los mismos que provocaron parte de nuestro naufragio ahora vienen a por nosotros con salvavidas en sus mandíbulas. Además no les sirve con observar como agonizamos y vamos perdiendo hasta la última bocanada de aire hundiéndonos en la inmensidad del océano, también quieren devorarnos, darse un maravilloso festín con nuestra sangre de aperitivo y nuestros huesos de postre.
Somos los nadies, los ninguneados, los vencidos, los pagadores de sus crisis, de sus experimentos estructurales y sus recetas macroeconomicas. Nos ha vuelto a tocar, siempre nos toca, nunca jugamos pero siempre nos toca, nuevamente pagaremos los platos que otros han roto y todo esto sin ni siquiera haber comprado una sola vajilla. En los años 80 «rescataron» a los países subdesarrollados de América y a algunos países africanos, ahora vienen a por nosotros, ya han «rescatado» a Grecia, Irlanda y Portugal pero son insaciables aún quieren más. Nunca tienen suficiente.
Vuelvo a citar a Naomi Klein y su libro «La doctrina del shock»:
» Como la ONU, el Banco Mundial y el FMI habían sido creados como respuesta directa al horror de la Segunda Guerra Mundial. Con el objetivo en mente de no repetir nunca más los errores que habían hecho posible el auge del fascismo en pleno corazón de Europa, las potencias mundiales se reunieron en 1944 en Bretton Woods (New Hampshire, Estados Unidos) para crear una nueva arquitectura económica. El Banco Mundial y el FMI, financiados a partir de contribuciones de sus 43 países iniciales, recibieron el mandato explícito de impedir shocks y quiebras como las que habían desestabilizado los cimientos de la Alemania de Weimar. El Banco Mundial realizaría inversiones en desarrollo a largo plazo para sacar a los países de la pobreza, mientras que el FMI ejercería el papel de una especie de parachoques global, promoviendo políticas económicas que redujeran la especulación financiera y la volatilidad de los mercados. Cuando un país diera sintomas de estar cayendo en una crisis, el FMI entraría en acción por medio de subvenciones y préstamos para la estabilización, con lo que impediría las situaciones críticas antes de que se produjeran. (…)
Ni el FMI ni el Banco Mundial estuvieron a la altura de ese proyecto universal; desde el primer momento, el poder no se distribuyó sobre la base de un país, un voto, como en la Asamblea General de las Naciones Unidas, sino en función del tamaño de la economía de cada país, un sistema que otorga a Estados Unidos un poder de veto efectivo sobre todas las decisiones importantes y permite que Europa y Japón controlen el resto. De ahí que, cuando Reagan y Thatcher llegaron al poder en la década de 1980, sus respectivas administraciones fuesen capaces de manejar ambas instituciones para satisfacer sus propios fines que incrementaran rápidamente su poder convirtiéndolas en los vehículos principales para el avance de la cruzada corporativista. (…)
Las autoridades del Banco Mundial y del FMI siempre habían formulado recomendaciones políticas como condición para la concesión de sus préstamos, pero a principios de la década de 1980, envalentonados por la desesperación de los países en desarrollo, sus recomendaciones se trocaron en exigencias liberalizadoras radicales. Cuando los países golpeados por la crisis acudieron al FMI en busca de préstamos de emergencia y de alivio para sus deudas, el Fondo respondió con programas generalizados de terapia de shock… «
Pero no se preocupen, no huyan despavoridos, no piensen en el exilio, el gran salvador esta a punto de llegar. Apenas en unos meses lo tendremos capitaneando «nuestro» barco y entonces se acabaran todos nuestros males. Volveremos a ser felices como antaño. No se me impacienten, ya queda poco, ya se le oye allá a lo lejos…
» Los hechos de estos días son los que importan pero más que escribirlos hay que producirlos.»
Rodolfo Walsh.
» Una de las lecciones más claras de la historia, incluida la historia reciente, es que los derechos no son graciosamente concedidos, sino conquistados.»
Noam Chomsky.
» Lo que incita a la humanidad a la revolución no son los sueños de liberación para nuestros nietos sino el recuerdo de la opresión de nuestros abuelos.»
Walter Benjamin.
El laberinto de hoy es especial, evoca al pasado desde la admiración, desde el orgullo, desde el sentimiento cómplice de un hijo tímido, cobarde, introvertido, pero enormemente feliz de ser quien es y venir de donde viene.
LA POESÍA ES UN ARMA CARGADA DE FUTURO Gabriel Celaya
Cuando ya nada se espera personalmente exaltante,
mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia,
fieramente existiendo, ciegamente afirmado,
como un pulso que golpea las tinieblas,
cuando se miran de frente
los vertiginosos ojos claros de la muerte,
se dicen las verdades:
las bárbaras, terribles, amorosas crueldades.
Se dicen los poemas
que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados,
piden ser, piden ritmo,
piden ley para aquello que sienten excesivo.
Con la velocidad del instinto,
con el rayo del prodigio,
como mágica evidencia, lo real se nos convierte
en lo idéntico a sí mismo.
Poesía para el pobre, poesía necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.
Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo.
Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.
Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren
y canto respirando.
Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas
personales, me ensancho.
Quisiera daros vida, provocar nuevos actos,
y calculo por eso con técnica qué puedo.
Me siento un ingeniero del verso y un obrero
que trabaja con otros a España en sus aceros.
Tal es mi poesía: poesía-herramienta
a la vez que latido de lo unánime y ciego.
Tal es, arma cargada de futuro expansivo
con que te apunto al pecho.
No es una poesía gota a gota pensada.
No es un bello producto. No es un fruto perfecto.
Es algo como el aire que todos respiramos
y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.
Son palabras que todos repetimos sintiendo
como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado.
Son lo más necesario: lo que no tiene nombre.
Son gritos en el cielo, y en la tierra son actos.
En el laberinto de hoy, unos versos «robados» al poeta Daniel Rabanaque…
LA REVOLUCIÓN NO SERÁ TELEVISADA
No podrás quedarte en casa, hermano.
No podrás pillar el mando, darle al on y tirarte en el sofá.
No podrás rularte un porro y evadirte,
Ni bajar a por cerveza en los anuncios,
Porque la revolución no será televisada.
La revolución no será televisada.
La revolución no te será ofrecida por una bebida isotónica
en cuatro entregas sin cortes publicitarios.
La revolución no mostrará imágenes de Aznar sin bigote
clamando al cielo y embistiendo cual cabestro
contra Arnaldo Otegi y Carod Rovira,
ni mostrará a Zapatero encarnando una vez más el fracaso del sistema.
La revolución no será televisada.
La revolución no te será ofrecida por la Sociedad General de Autores
No habrá titulares a las tres en punto,
ni planos de muchedumbres orquestadas para recibir al Papa,
ni duquesa de Alba sonándose los mocos.
La revolución no cortará como un cuchillo Ginsu.
La revolución no blanqueará tus dientes.
La revolución no reafirmará tus gluteos.
La revolución no alargará tu pene.
porque la revolución no será televisada, tronco.
No habrá vídeos de maderos de mierda apaleando hasta la muerte a un detenido.
No habrá imágenes de agresiones deportivas en la moviola,
ni repeticiones de como el asta se clava entre los muslos del torero.
No habrá cámara lenta, ni cámara oculta, ni cámara fija
para que su majestad finja balbuceando que tiene algo que decir en estas entrañables fechas.
La revolución no tendrá un primo más cachas que el de zumosol.
ni el frescor de los limones salvajes del Caribe,
Los habituales voceras de tertulia perderán todo su protagonismo
y a nadie le importará quién se zumba a quién en Gran Hermano,
porque los bienaventurados estarán en la calle
haciendo un mañana mejor.
La revolución no será televisada.
La revolución no volverá tras una pausa publicitaria
repleta de mensajes para que compres y compres y compres.
No tendrás que preocuparte por la chispa de la vida,
ni por el conejito de las pilas,
ni por la muerte del viejo Chanquete.
La revolución no tendrá patrocinadores.
La revolución no acabará con las pérdidas de orina.
La revolución te pondrá en lugar protagonista.
La revolución no será televisada.
La revolución no será codificada.
La revolución no será en diferido.
La revolución será en vivo, hermano.
[Hasta ahí, una versión del clásico de Gil Scott-Heron]
La revolución no sonará en lo mejor de la película,
no tendrá pantalla táctil, ni estará limitada a 160 caracteres.
No necesitará de nocivas antenas para funcionar sin cables.
No se quedará sin cobertura, ni agotará su batería.
La revolución no tendrá una dirección de correo electrónico.
No creará usuarios de Facebook, no lanzará constantes tweets.
La revolución no terminará en punto es, ni en punto com, ni en punto org.
La revolución no tendrá un avatar,
la revolución no estará llena de spam.
La revolución no te indicará el próximo giro ni la situación de los radares.
No se conectará por USB a ningún dispositivo,
no sufrirá el ataque de un virus, no se actualizará periódicamente,
La revolución no será una batalla comercial entre bandas rivales para imponer su formato.
La revolución no será el nuevo juego de la play.
Porque la revolución no tendrá lugar en internet.
La revolución no podrá reducirse a unos y ceros.
La revolución no será digital.
La revolución no necesitará de la electrónica.
La revolución tendrá lugar en tu pecho, hermana,
en tu sangre y en tu mente, hermano.
La revolución la harás tú, que sigues siendo imprevisible,
que sigues siendo imprescindible.
Ustedes cuando aman
exigen bienestar
una cama de cedro
y un colchón especial
nosotros cuando amamos
es fácil de arreglar
con sábanas qué bueno
sin sábanas da igual
ustedes cuando aman
calculan interés
y cuando se desaman
calculan otra vez
nosotros cuando amamos
es como renacer
y si nos desamamos
no la pasamos bien
ustedes cuando aman
son de otra magnitud
hay fotos chismes prensa
y el amor es un boom
nosotros cuando amamos
es un amor común
tan simple y tan sabroso
como tener salud
ustedes cuando aman
consultan el reloj
porque el tiempo que pierden
vale medio millón
nosotros cuando amamos
sin prisa y con fervor
gozamos y nos sale
barata la función
ustedes cuando aman
al analista van
él es quien dictamina
si lo hacen bien o mal
nosotros cuando amamos
sin tanta cortedad
el subconsciente piola
se pone a disfrutar
ustedes cuando aman
exigen bienestar
una cama de cedro
y un colchón especial
nosotros cuando amamos
es fácil de arreglar
con sábanas qué bueno
sin sábanas da igual.
Hace unos meses, por casualidad, me entere del nacimiento de un proyecto alocado. No podía ser menos si el proyecto estaba comandado por un loco (un abrazo, Aitor). La locura consistía en realizar una revista de fútbol, pero por supuesto no una revista cualquiera ni una revista de fútbol al uso. Panenka se aleja de la insufrible actualidad, no habla del último capricho de Cristiano, ni de la última bronca barriobajera de Mourinho. Panenka es otra cosa, como el salmón de Calamaro nada a contracorriente en el océano del fútbol globalizado, su lema la define de una manera excelente: El fútbol que se lee.
Para los locos que amamos el fútbol esta debe convertirse en una revista de referencia, espero que el proyecto sea duradero, que podamos leer Panenka durante mucho, mucho tiempo. Jugar por el placer de jugar esa es la filosofía.
«Panenka propone acercarse al fútbol a contrapié, de una manera irreverente y ecléctica, para descubrir un deporte que es a la vez religión y ciencia, juego y negocio, pasatiempo y cultura.»
En este número 00 de Panenka podemos encontrar multitud de historias. Una entrevista con el propio Antonin Panenka, espíritu libre, héroe de Checoslovaquia en aquella Eurocopa de 1976 al transformar el último penalti de una manera inverosímil, jamas antes vista. El laborismo inglés que no deja dormir a Ferguson, la maltrecha rodilla de Drulic por los campos de la Tercera División aragonesa, el trotamundos Marc Crosas con paradas en Lyon, Glasgow y Moscú, la nueva aventura del New York Cosmos, el fútbol africano, pura vida…
Los que aún nos preguntamos como hizo Maradona para dejar en el camino a tanto inglés, a los que se nos eriza la piel cuando escuchas cantar a la grada de Anfield, los que tenemos sueños de fútbol casi todas las noches, estamos de enhorabuena, ha nacido Panenka. Esos locos incomprendidos que en cada viaje marcan el estadio local como punto incuestionable de visita, ese tipo de personaje que tras admirar en vivo y en directo, por delante y por detrás el maravilloso David de Miguel Angel, sale raudo y veloz de la Academia florentina para disfrutar del ambiente prepartido junto a la hinchada viola en el Stadio Comunale Artemio Franchi. De la misma calaña ese otro individuo que arrastra a su chica hasta el barrio Benfica en Lisboa, ya que no puede abandonar la ciudad sin sacarse una foto con el águila Victoria o con la estatua de Eusebio, la pantera de Mozambique.
Como dijo alguien una vez, el fútbol es lo más importante de las cosas menos importantes. Larga vida a Panenka.
Tarde o temprano todo el mundo elige su música. O es la música la que te atrapa a ti. Normalmente es la adolescencia el momento en el cual acabamos por decantarnos por uno u otros de los innumerables géneros musicales, aunque también es común entre los mortales ir variando en gustos musicales a la par que los años caen sobre nuestras espaldas, la piel se nos arruga y el pelo se nos clarea.
En esa búsqueda musical se encuentra Martina la joven protagonista de «Deseo de ser punk» el libro de Belén Gopegui. En esos años convulsos e inciertos donde dejas de ser niña pero aún nadie te considera una mujer, en esos años complicados donde cada paso te parece una travesía y cada desencanto una tremenda losa. En esos años se suele encontrar la música pero Martina no tiene música y lo considera un asqueroso desastre.
» Algunos adultos piensan que la vida es ir recibiendo golpes y encajándolos, y que en ese camino te haces un carácter. Bueno, yo creo que esa es la mitad de la verdad. Encajas, sí, pero también golpeas; si no, qué. Y en golpear, y en equivocarte, y ser irresponsable, y hasta en probar las cosas por ti misma a pesar de que te han dicho que otros las han probado y no vale la pena, en todo eso, supongo, se va la mitad de la vida. Porque no somos árboles, nos movemos, tenemos que hacer cosas.»
La adolescencia es una época llena de dudas, cuando por fin consigues todas las respuestas van y cambian las preguntas, cuando consigues encontrar el camino correcto, éste desemboca en un nuevo laberinto. Y en esto se pasa la mitad de la vida. Todo esto y más es lo que le ocurre a Martina mientras emprende la búsqueda de su música, de su código. Canciones y letras que de alguna manera marcaron nuestro pasado y marcaran queramos o no nuestro futuro. La música siempre estará presente en nuestras vidas.
» Las canciones (…) son surcos. Hay que oírlas varias veces. Y cada vez el surco se hace más hondo, y entonces, cuando la oyes, no sólo oyes la canción sino las emociones de las veces que la has oído.»
Laberintos Imaginados 